Últimamente, cada vez que me acuesto para ir a dormir, la
inspiración me viene de golpe. No sé a qué se debe, pero cada vez siento más
las ganas de dar un impulso atroz y levantarme para escribir lo que vaga por el
océano de mi mente. Lástima que el cansancio propio de las postrimerías del
día, no me lo permita.
Hoy he conseguido acordarme de algo, no mucho, solo unas
palabras, pero suficiente para decidirme a escribir de nuevo. Decía así…
“llovía fuera y yo…” eso es lo único que recuerdo. Pero me
ha servido para crear una nueva invención, todo sirve de algo cuando se trata
de pasión y sentimientos. Procedamos.
Llovía fuera y yo estaba pensando en ti, para variar. Estaba
sentada en mi sofá mientras una taza enorme de café con leche y mucha espuma se
enfriaba, veía mi película favorita, con su historia de amor característica y,
para completar mi día tan perfecto, me habían dado la feliz noticia de que hoy
tenía pizza para cenar. Lo tenía todo. Pero me faltabas tú.
Cuando pienso en ti, no te figuro a mi lado viviendo algo
impresionante, te trato de imaginar en tu vida, en tu día a día, con la gente
que te rodea y que yo no conozco, pero que les envidio profundamente porque
tienen la suerte de tenerte como amigo; y
mientras yo aquí.
A veces me da por pensar que tú también estás pensando en
mí. Y eso me mata más. Creo que no podría permitirme a mí misma el saber o
descubrir que todo este tiempo has sentido lo mismo que yo y que, por sustantivos
tan voraces como el orgullo, el destino,
las circunstancias o vete tú a saber qué, no podemos estar juntos. Prefiero pensar
que no me quieres, que no me piensas y que yo sola curaré mi herida. Como siempre
hago.
Llovía fuera, y de repente un rico olor a palomitas de
microondas me sacó de mis pensamientos tan bonitos pero a la vez tan
mortíferos; un minuto de cada quinientos veinte, pienso que igual no puedo
disfrutar de tu lado, pero que puedo hacerlo de la vida con los pequeños
placeres que esta nos regala. Y ahora me encuentro en este momento, las
palomitas están listas: te veo en sesenta segundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario